jueves, 21 de enero de 2010

Hasta que duela

- Es que no puedo Luka, no puedo verles juntos. Me repatea, en serio. ¡Y cómo la besa! Que parece que se la come en cada beso, joder.
- ¿Has probado a olvidarle?
- Sí, pero no puedo. No sé si es peor el remedio o la enfermedad
- Lo que te pasa a ti, es que quieres mucho. No puede ser bueno querer tanto
- ¿Por eso es por lo que tú no quieres nunca?
- ¿Cómo?
- Que si es por eso por lo que tú nunca quieres a nadie
- Supongo, no lo sé - Luka empezó a reírse nerviosamente
- Pues deberías probarlo. No es tan malo como parece ¿sabes? A veces hasta te hace sonreír
- Sí, sí - se levantó y la cogió para llevársela a la cama, era tarde
- Pero no quieras tanto, quiere un poquito, y cuando notes que duele, para. No seas tan masoca como yo - dijo Luka volviéndose a sentar y cogiendo la botella de Vodka de nuevo - La última, anda.

5 comentarios:

  1. Genial! Me ha encantado, solo le falta la parte donde explica la fórmula mágica para saber hasta cuánto querer

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  2. Jajaja, claro. Si ya decía yo que estas cosas del querer tenían alguna fórmula infalible.


    Un abrazo.

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  3. Creo que a mi me pasa igual... que te quiero mucho.

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  4. Hay que querer hasta saciarse, y luego de vodka.

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  5. me ha gustado muchísimo esta entrada!
    te felicito

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